"Mami Ceci"
"MAMI CECI"
Desde hace años realiza una gran labor, es de admirarse y de seguir ese ejemplo, un ejemplo de vida, ella es una gran mujer y, sobre todo, el cariño y el amor que da a esos niños lo refleja en sus palabras, acciones y mirada.
¿Cómo
surge ministerios de amor? ¿Qué es lo que la motivó a crear una casa para los
niños que no tienen con quién estar?
Ministerios de amor nace de un despertar, de una
necesidad. Yo en aquella época tenia mis
oficinas en reforma y solía pasar todos los días por el mismo lugar y ver a la
misma gente y saludar ahí a las Marías que estaban en la calle, a los
teporochitos; pero para mí eran como parte del inventario nacional, como parte
del folclore, como parte del atractivo turístico como creo la mayoría de la
gente lo hemos llegado a ver. Empecé un día a pasar y algo se me movía dentro
del corazón, algo muy muy fuerte, pero muy muy fuerte, yo no sabía muy bien que
era, de hecho, no sabía cómo aterrizarlo ni donde aterrizarlo pero sabía que
algo me estaba pasando adentro y empecé a ver
la necesidad de una forma diferente, con una conciencia que no tenía
exaltada o que estaba en ese momento teniéndola. Algo fue como si se gestara
dentro de mí y empezará a crecer porque eso que empezó con un simple ver
alrededor y ver la necesidad siguió creciendo, creciendo, creciendo y empecé a
ver más de cerca a los niños, a la
gente, empecé a sentir un dolor espantosísimo, pero horrible, era un dolor como
si yo estuviera, como si fuera mi responsabilidad como si yo amara a esas
personas pero de una manera increíble y fue muy fuerte porque realmente eso es
lo que fue, fue muy fuerte. Fue un tiempo de una gestación que duro meses y
meses y hubo eventos que sucedieron; uno por ejemplo en un día decir “ya no, ya
no puedo más” voy a salirme a la calle porque no sé qué me pasa, no sé que
tengo, no sé qué. Me salí y me fui a unas colonias que en la vida ni siquiera
me las hubiera imaginado, no sé ni cómo llegue a esos lugares, pero llegué.
Tuve contacto con mi primera niña, era una mujer así, parecía una mujer tan
fatal, debajo de un farol en una calle desierta, medio oscura y conforme me fui
acercando me fui dando cuenta que no era una mujer, era una niña, con las
piernitas flaquitas flaquitas, yo dije esta mujer está desnutrida, no pues no
estaba desnutrida, no estaba desarrollada porque era una niña, unos tacones así
enormes, con una cara, una amargura en el rostro, con un rictus tan tremendo y
me acuerdo que yo dije “yo ya no entiendo que me está pasando quizá me estoy
volviendo loca, estacioné mi camioneta a la vuelta y me baje y empecé a caminar
hacia donde esa niña estaba, no le dije una palabra simplemente le clave los
ojos en sus ojos y cuando llegue me acerque y le dije “¿te puedo dar un
abrazo?”, pero ya su cara ya había cambiado, ya ese rictus de amargura, de
dolor, de vejez, de vejez en una niña de catorce años ya no estaba. Yo la vi,
únicamente había caminado de la esquina unos 30 pasos hasta el farol donde
estaba, bueno me pase toda la noche con
ella, la lleve a un Sanborns que estaba abierto las 24 horas, cenamos y nos
amanecimos platicando. Para mí fue un momento fascinante porque yo estaba
aprendiendo, no era yo que la estaba ayudando solamente, era ella que me estaba
enseñando también grandes cosas, y nos hicimos muy buenas amigas y la empecé a
ver y empecé a estar con ella y luego empecé a ver otras etnias, otros niños,
empecé a ver las alcantarillas; los dos primeros años yo los dedique a lugares
paupérrimos, a centros de miseria, malos asentamientos, basureros, o sea feo. Y
eso me sirvió a mí para darme cuenta como se producen los niños de la calle,
¿porque un niño se va a la calle?, ¿Qué encuentra en la calle que sea mejor que
lo que tiene dentro de su casa?, y me enseño mucho en muchos aspectos y me
confronto a mí misma porque me di cuenta de que yo había tenido toda mi vida
contacto con esas personas pero nunca me había dado cuenta. Esa persona era la
lavandera que había en mi casa cuando yo era chiquita, la cocinera, la mujer
que hacía la recamara y yo decía como nunca me pude percatar de esto y fue muy
fuerte, muy muy fuerte. Desde ahí empecé, estuve dos años, dos años y medio,
trabajando en lugares de miseria y en basureros y después de eso fue que me
lance a la calle donde conocía a esta niña y empecé una carrera en la calle,
baje a las alcantarillas busque a los niños de ahí, de ahí los saque.
Sabemos
que el vivir en la calle es peligroso, es feo, es un lugar en donde nadie
merece vivir, pero para que los niños se vaya a la calle es porque su hogar
está mucho peor, encuentran en la calle la tranquilidad que en el hogar no
tienen. Pero ¿a qué se debe exactamente? A los papás, a las malas condiciones
de vida, ¿qué los orilla a irse?
Por la necesidad y el trabajo de los padres que son, por
ejemplo las madres que están doce horas fuera, ocho horas que trabajan, dos
horas que se transportan para llegar a su trabajo, dos horas que salen del
trabajo para llegar a sus casas, llegan agotadas, lo último que quieren es
lidiar con los muchachitos, entonces el niño vive en un abandono total, se está
criando en la calle, to me acuerdo que yo veía a los hijos de mis amigos muy
educados y todo pero siempre cuando empezaban a comer espagueti siempre los
sorbían y todo el mundo les decía “no se come el espagueti así, no hagas eso”,
bueno pues así veía a los niños así en la basura comerse las lombrices vivas y era una cosa
desgarrante, la verdad era una cosa desgarrante y fue así como yo empecé a
darme cuenta como llegaban a un punto en la vida en que ya, se iban alejando
alejando y a veces ni la gente se daba cuenta y un día ya se fueron.
¿Qué
tan fácil o difícil fue que los niños se acercaran a la casa, que usted los
invitara a entrar a Ministerios de amor?, que ahí los iban a cuidar, iban a
tener educación, todo. ¿Qué tan fácil fue? Porque de cierta forma ya están
acostumbrados a estar en la calle, libres.
Cuando yo empecé a estar con ellos y a trabajar con ellos
y a convivir con ellos yo no tenía ningún lugar a donde llevarlos y me empecé a
dar cuenta de que por más que yo los amara y los visitara y ellos se metieran a
los baños públicos según ellos a bañarse porque se echaban agua, no iba a poder
hacerse mucho porque la calle los jalaba, entonces empecé a hablar con ellos y
a decirles “y si consigo un lugar dónde llevarlos”, pues al principio yo creo
que ni siquiera creyeron que era verdad y dijeron “si, estaría chido”, bueno,”
voy a buscar un lugar” y empecé a buscar un lugar y por medio del gobierno vi este inmueble en
el centro histórico en la calle de Argentina, a una cuadra de la Secretaria de
Educación Pública, era un edificio que estaba completamente abandonado y en
ruinas, los cables de la luz estaban rotos, colgados, era un asco el edificio,
había un elevador donde tiraban la basura y había sido un edificio de gente que
tenían negocios de juguetes, de ropa ahí en la calle, entonces tenían ese
edificio como bodega pues estaban abandonados y obviamente llevaban, no sé,
treinta años de no pagar algún impuesto ni agua ni nada entonces el gobierno
les había quitado ese inmueble pero todavía había alguna gente dentro que se
resistía a salirse, entonces cuando yo vi al delegado de la Cuauhtémoc me dijo
“pues tenemos este inmueble, váyalo a ver, yo la mando con mi jefe y si le
gusta pues tome medio piso, era un
edificio de 800 metros cuadrados y entonces, medio piso era 400 y dije está muy
bien. Aceptamos, entramos al medio piso y obvio en poquito tiempo el medio piso
ya no era tan funcional, necesitábamos un poquito más, entonces yo me acuerdo
que en el centro había un aire y yo me colgué de unas sogas y empecé a asomarme
y a darme cuenta que tenían un escritorio y una máquina de escribir, eso era
todo lo que había y tenían una tela y por ese artículo ocupaban el lugar,
entonces volvía a la delegación y les dije está vacío el edificio, o sea tiene en
el mezzanine tiene una fábrica de suéter que sigue funcionando, pero en todo el
edificio no hay nada ni nadie pero tienen llave y tienen una máquina de
escribir. Entonces me dijo el delegado “nosotros no hemos podido quitar a los
que quedan, yo le doy lo que le sirva del edificio y si quiere todo el edificio
usted encárguese de sacarlo, como pueda”, entonces empezamos a hacer una labor,
yo les dije “miré esto va a estar lleno de niños, de niños de la calle, no
quiero que les vaya a pasar nada a su fábrica ni a las cosas que tienen ahí
guardadas” y empezaron a salirse todos, recuerdo que el último que se salió fue
el dueño de la fábrica y nosotros les ayudamos a mudarse y entonces nos
quedamos con el edificio, así empezó ministerios de amor.
Hay un libro que escribí que se llama “Del dolor al amor”
y aquí cuento todo el principio un
poquito más detallado de como se lo estoy contado a usted, lo cuento en este
libro y cuento los testimonios de los niños, los niños hablan y dicen “está es
mi vida y por eso estoy aquí”. Fue muy difícil al principio, para empezar el
hecho de constituirme como una Asociación civil fue una cosa dramática, porque
no había altruismo en ese momento en nuestro país, no había fundaciones, no
había federaciones, no había IAP, no había asociaciones civiles, no había nada,
entonces no había un documento que nos sirviera de guía para hacer una
asociación; entonces yo tuve que hacer ese documento con dos abogados amigos y
trabajar todas las semanas para irlo formando, fue un lío, ahorita ya no, pero
fue un lío en su momento. Cuando lo tuvimos hecho nosotros alquilamos el siglo
XlX y ahí dimos conferencias e invitábamos a todo el mundo: prensa, radio,
televisión, empresarios, gerentes de banco, gente que tenía negocios chicos,
pintores, escultores, artistas, actores, amas de casa, todo lo que se dejó lo
metimos ahí, el objetivo era decirles “todos tenemos que hacer algo porque
tenemos que salvar a México, si nosotros no hacemos algo hoy el problema va a
crecer”.
Yo cuando empecé con Ministerios de amor me acuerdo que
le hable a Jacobo Zabludovsky, era amigo nuestro y lo cite en un lugar y fueron
gentes de 24 horas, de medios de comunicación, les dije “ustedes no tienen idea
de lo que hay debajo de la tierra, en las alcantarillas hay un mundo de niños
perfectamente organizados, quien roba, quien compra y quien distribuye, quien
cuida el alcantarilla o el lugar, y estos seres se están reproduciendo a
temprana edad, hay niñas que en la primera ovulación se quedaron
embarazadas o al mes siguiente
¡embarazadas!, que tienen 13 años, a los 14 años tienen un bebé que tratan como
a una Barbie, como una niña trata a una Barbie, que les dan droga para que no
se muevan en la noche, solventes en la mamila, la madre se ha drogado también,
trae drogas en el cuerpo que la transmite en la leche, era un drama, un drama
espantoso” pero volviendo al punto, dije la forma de hacer una institución
porque a mí me costó mucho trabajo es esta, este es el manual que hemos
preparado para toda la gente que esté interesada y vamos a regalar el manual
con el disquete que les dice paso por paso como formar y constituirse
legalmente como una institución y entonces empezaron a surgir asociaciones e
instituciones.
De repente me veía a mí la gente y me decía: “¿Pero como
es tan fructífera con sus ministerios?, ¿Cuántos ministerios ya tiene?” -
“¿Cómo cuantos, por qué me dice eso?; Pasitos de amor, Gotitas de amor,
Sonrisas de amor, todas tenían la palabra Amor como mi logotipo y todo el mundo
creía que yo estaba abriendo asociaciones por todos lados que se dedicaban a
los niños con síndrome de Down, de meningocele, a las madres solteras, en fin.
Y yo decía no pues no soy yo, es la gente que le ha puesto amor pero son sus
instituciones. Ha sido una carrera muy larga y muy dolorosa pero que no la
cambiaría por nada, por nada en este mundo yo cambiaria lo que he vivido en
Ministerios de Amor, he llorado mucho, llevo 38 años sin parar, creo que es una
asociación que ha demostrado que se ha sostenido en todas las tempestades
gubernamentales, de cambios de leyes, de todo, hemos aguantado tsunamis,
erupciones de volcanes, todo, todo lo hemos aguantado, mareas altas, mareas
bajas y hemos salido siempre adelante. Hay mucha gente que a mí me ve y como
mucha gente sabe que yo vengo de un contexto empresarial piensan que yo soy
millonaria y como me ven hablar diferente y me ven así medio educada y todo
pues piensan que soy una mujer tremendamente rica, dicen esta mujer pues que va
a necesitar dinero, si es millonaria, yo digo bueno “Dios tú toma estas bocas
como bocas de profeta que están augurando que yo voy a ser millonaria porque yo
sí sé qué hacer con todo ese dinero”. Entonces aunado a eso vivimos en un país
que no tiene una cultura de generosidad, ¿sabemos ser generosos?, sí sabemos
ser generosos; cuando hay un huracán en Acapulco todo el mundo se pone las
pilas, agarra sus coches, mete agua, mete esto, lleva cobijas, lleva sábanas,
lleva ropa, dos semanas, las dos semanas ya hicimos, ya vámonos, ¡sí!, pero los
damnificados se quedan igual, no tienen casa, no tienen cocina, no tienen ropa,
no tienen comida, no tienen nada, están damnificados y así como el primer día
necesitaron cosas, así siguen necesitando. Entonces somos un país que hacemos
actos generosos, sí, pero no somos un país que tengamos una cultura de
generosidad, ¿Y qué es una cultura de generosidad? Pues es como traer unas
antenas así alertas, como radares, buscando a donde se puede ayudar, a donde
podemos hacer algo, a donde podemos entrar, a donde podemos llevar lo que falte
y aunque no haya dinero pues decir “¿a ver qué es lo que tú necesitas? No pues
yo necesito dos refrigeradores, yo no tengo el dinero pero te los voy a dar,
porque yo voy a convocar a toda mi familia y a mis amigos y voy a hacer una
polla de dinero para comprar los refrigeradores, así es que yo voy a poner los
refrigeradores”.
¿Cómo aceptan
a un niño? ¿Llega o ustedes salen a buscarlo?
Cuando yo empecé, yo salía a buscarlos, los sacaba de las
alcantarillas, de la calle, de los parques y los llevaba al edificio, nadie me
decía nada, porque no había ley. Hoy en día los niños pueden llegar por
voluntad de alguien o de ellos mismos, pero normalmente ya tienen que pasar por
el DIF o por la Procuraduría que son los que canalizan más a los niños, porque
son los que los recogen en la calle ahora ya, ya no es como antes que yo salía
a la calle y los llevaba al edificio, ahora hay otro reglamento y otras cosas
que se deben de implementar y que hacer y que las hacemos. Cuando un niño llega
solo o lo trae un pariente o un vecino eso se llama un ingreso voluntario, o
sea, que alguien lo trajo y lo metió ahí, yo como asociación civil estoy
obligada a decirle al MP, a la Procuraduría y al DIF “yo tengo a este niño
aquí”.
¿Qué
les ofrece Ministerios de Amor a los niños que van ingresando?
Ministerios de Amor es una familia, es un hogar, entonces
les ofrecemos lo que se le ofrece a un hijo, se les ofrece casa, comida,
escuela, uniformes, ropa, todos sus enseres, desarrollo de talento, si unos son
buenos para la pintura pues buscamos que tengan clases de pintura, si son
buenos para el arte o para el baile pues los buscamos, si son buenos para la
música también lo buscamos, si tienen ganas de la cocina pues los metemos a los
cursos de chefs, entonces ellos tienen su vida muy armada, nosotros no trabajamos
momentáneamente con los niños, si a mí me traen a un niño y me dicen “a ver
ténganlo aquí dos semanas” yo no sé cómo trabajar con ese niño, si lo voy a
tener si no tienen a donde dejarlo pero no es el perfil de Ministerios de Amor,
el perfil de Ministerios de Amor es que los niños ingresen y que sea un plan de
vida porque nosotros los llevamos hasta la universidad, pues generalmente todos
los que van a la universidad generalmente se van cuando terminan la
universidad, ellos ya sienten que están capacitados para conseguir trabajo y
para salir adelante.
¿Cómo
podemos ayudar? Es directamente ir a las instalaciones o se puede apoyar de
algún otro medio
Nosotros tenemos unas oficinas en la Ciudad de México, en
la Colonia Insurgentes Mixcoac, exactamente atrás de la Plaza Manacar y tenemos
unas oficinas ahí donde está todo lo que es lo administrativo entonces ahí
tenemos un departamento que se llama Padrinos, entonces una gente que quiere
aportar una cantidad mensualmente, así sea de doscientos pesos, habla por
teléfono a un número de teléfono bien sencillo 55 56 11 11 11 y ahí dicen “yo
me quiero hacer padrino, quiero que se lo carguen a mi tarjeta de crédito o
vivo en tal lugar, me pueden mandar a alguien, a un propio a mi casa a cobrarme
o denme un número de cuenta y yo deposito”. La gente no es todavía tan apta
para depositar, los jóvenes si saben hacer transferencias hasta desde el
celular, pero unas personas ya de 50 - 60 años ya no es muy hábil con la
tecnología, entonces hay muchas formas en que pueden apoyar. Hay gente que está
en el extranjero pues por medio de PayPal en la página nuestra que es www.ministeriosdeamor.org.mx , en la sección de Padrinos entonces por PayPal también
pueden hacer depósitos. Necesitamos muchos padrinos, pero muchos, yo debo de
decir lamentablemente y con todo el dolor de mi corazón, por problemas
económicos tuvimos que cerrar hace algunos meses Monterrey, ya llevaba 32 años en
Monterrey, para mí fue un golpe mortal sentí que hasta me enfermaba yo, de
verás porque me dio una tristeza espantosa, como si se me hubiera muerto
alguien y desde que cerré cada tres meses estoy hiendo para ir a ver a los niños
que están en otras instituciones, el DIF los metió a otras instituciones,
entonces yo voy a las otras instituciones y los veo a ellos, los animo a que
estén bien ahí, a que se porten bien, pero lo que yo quiero es que sepan que
con Ministerios de amor no tuvieron otro abandono. Yo le propuse al estado en
traerme a los niños a Guadalajara y a la Ciudad de México, me dijeron
definitivamente no. Entonces ellos fueron, los sacaron y los acomodaron en
diferentes lugares; pero yo voy y los visito y les digo “Aquí estoy, aquí
estamos, sé que están bien, sé que están cuidados y sé que la gente los
quiere”, en fin. Obviamente muchos se quejan y hasta mienten diciendo que los
maltratan y todo para que yo me enoje y los saque “Mi amor yo no te puedo
sacar, si yo te pudiera sacar te sacaría y te llevaría ahorita mismo conmigo a
Cuernavaca o a la Ciudad de México o a Guadalajara, pero no puedo sacarte,
entonces tienes que aprender a vivir bien porque no vas a poder vivir
amargándote”.
Uy eso desde el principio, desde la calle ya me decían
“ahí viene Mami Ceci”, fueron los niños los que sacaron a mami Ceci que estaba
dentro de mí.
¿Cuál
es la mayor satisfacción que ha tenido a lo largo de todos estos años ayudando
a los niños?
Mi mayor satisfacción es cuando los veo salid adelante,
cuando los veo estructurados, cuando los veo que se casan y pasan por problemas
obviamente normales del matrimonio pero los superan, siguen adelante, están
juntos, tienen sus hijos, trabajan, ¡híjole ya se compraron su casita!, bueno
todas esas cosas para mí son satisfacción. Hace un rato estaba leyendo un mail
que me mando uno de mis niños y me dice “¿Mami qué crees? Ya eres bisabuela”
“no me digas, le dije, ¡nombre! ¡Qué bárbaro!”, “ya eres bisabuela, yo te mando
apenas pueda sacarle la foto a tu bisnieto, te lo mando en foto”. Y aquí estoy
esperando a que me lo mande porque aún
no lo ha hecho, pero sí, mis satisfacciones más grandes son verlos a
ellos bien, eso siento que no, ni todo el oro del mundo lo podría igualar.
Cambiar
el estilo de vida de empresaria, de codearse con personas de otro nivel a
llegar con personas de la calle, personas que pudieran estar resentidas con la
vida, resentidas con las personas, ¿Fue un cambio difícil? Obviamente la
empatía y el amor hacia esas personas la llevo a cambiar de estilo de vida pero
como persona, ¿fue difícil?
Sí y no. Le voy a poner un ejemplo, cuando yo trabajaba y
estaba en el banco y trabajaba con un hombre muy rico de México, en México los
grandes negocios se arreglan en restaurantes, se cierran negocios, entonces yo
iba mucho a un restaurante que acaban de cerrar hace poco que se llamaba
Churchill's, estaba en el Periférico, era un restaurant Inglés preciosísimo y
entonces a los pocos meses de que yo me empiezo a meter con los niños, pero muy
poquitos meses, como dos tres meses, me invitan unos empresarios a comer ahí al
restaurant, no, fue a los seis meses, perdón, cuando yo entre todo estaba
igual, los cuadros estaban igual, en el mismo lugar, los tapetes persas, las
mesas, los mayordomos, todo estaba exactamente igual pero cuando yo entre vi
otra cosa, o sea, yo vi como que todo había cambiado y me quede muy, bueno.
Entre y me senté, ya pedí una botella buenísima de vino, no sé qué, y empezamos
a platicar, entonces me empezaron a interrogar y me dijeron “oye y ¿cuándo vas
a volver?”, dije no pues no, no tengo pensado volver, “nombre ¿cómo no vas a
volver?, claro que tienes que volver, tú tienes una carrera brillante, vas a
dejar de producir dinero”, no, no voy a volver, entonces uno de ellos pierde
así un poco el control en la mesa y me dice “a ver, pero explícame si tú eres
una gente inteligente como puedes cambiar este cielo para irte a meter a ese
infierno” y le dije es al revés, yo cambie este infierno para encontrar mi
cielo ahí abajo. Entonces, fue difícil porque me enfrente a mí misma en un
mundo desconocido, donde la lógica no era mi lógica, donde las cosas que para
mí tenían o habían tenido un valor ya no tenían valor, esa parte fue difícil,
amarlos no. Amarlos no me costó ningún trabajo, pero ningún trabajo, estar con
ellos ningún trabajo y además en esa época como yo empecé pues yo tenía mi
propia economía en ese momento, pues yo no necesitaba tanto salir, ni a
promover el ministerio ni a buscar fondos ni nada, yo utilice mis ahorros en
eso, cuando empecé a ver que esto crecía y que no había ahorros que iban a
abarcar todo esto fue cuando dije no, ahora si tenemos que buscar gente que
done y gente que venga, que vea el trabajo y que sienta la confianza de hacer
todo, entonces así empezamos a trabajar.
¿Qué
fue más difícil traer gente para donar o traer niños?
Yo creo que traer donadores.
Sí,
porque como bien dice, México si dona, pero en determinadas circunstancias y
por tiempo muy corto, pero que así sea constante, esa es la mentalidad que hay
que cambiar, todos necesitamos ayuda y más aquellos pequeños que están
desprotegidos y que afortunadamente encontraron en usted esa mamá que protege,
que ayuda, que no los deja solos.
No, ni los voy a dejar, yo siempre le digo a Dios, “Señor
que yo no me enferme, que hasta mi último aliento, mi último aliento yo este
con ellos y que me vean bien”, porque yo no me quiero meter en una enfermedad
así terminal, porque no quiero que nadie sufra cuando me vea.
A
parte usted es el pilar de todo esto, Ministerios de amor está en base a usted
y por usted y creo que Dios e bien consiente y dice ¡nombre! A esa mujer más
fuerza y más oportunidades para salir adelante, porque sin ella no hay más.
Usted es un ejemplo de admiración, porque no todas las personas tenemos la
empatía para dejar nuestra vida por alguien más y es lo que está haciendo
usted, dejando su vida para beneficio de los demás.
Pero es que no hay otra forma, yo creo que el ser humano,
todos nacimos con un llamado para todos no importa cuál sea nuestra etnia,
nuestra educación, nuestra clase social, no importa nada, todos nacimos con la
consigna de amar y servir. Porque como es posible que no sirvamos a la
necesidad, entonces como podríamos amar, como podemos decir que amamos si no
podemos servir, como dice el dicho, “Si no vives para servir, no sirves para
vivir”.
¿Qué
le diría a las demás personas para ser empáticas, para ayudar al prójimo?
Que se pongan las pilas, que dejen de ver hacia ellos mismos
y que vean alrededor a los demás, que no busquen pretextos de decir “yo no dono
aquí, porque tienen dinero, yo no dono acá porque quien sabe que hagan con los
fondos, yo no dono acá porque no conozco
a la gente”. Den, den, si tienen alguna duda visiten las instituciones, vean
como trabajan las instituciones, háganse parte de ellas, si ven cosas que a lo
mejor no les gustan como que la gente no tiene un nivel de educación alta, no
los critiquen porque finalmente es la gente que hay y que está ahí para servir,
y uno de mis trabajos más grandes justamente es preparar a la gente, es enseñar
a la gente es poner los fundamentos en la vida, los fundamentos no son los
valores, la gente dice es que hay que enseñarles valores, no, los valores son
relativos, no sirven. A ver, ¿cuál es el valor del 11 de septiembre del 2001?
Para ellos, ellos tuvieron un acto religioso, heroico, para nosotros fue un
acto terrorista, ¿cuál es el valor real? Pues para ellos el suyo y para
nosotros el nuestro, pero no hay un valor real, hay dos realidades. Pero los
fundamentos y los principios ahí si hay, ahí sí se puede hacer gente de bien,
porque los fundamentos y los principios forman el carácter, por ejemplo, un
fundamento: el respeto, el amor, la autoridad, la empatía, la paciencia, la
generosidad, el consuelo. Todos esos son fundamentos y cuando nosotros los
tenemos arraigados forman nuestro carácter; la integridad, la honestidad.
¿Quién enseña hoy la honestidad? Un papá que le dice a su hijo no digas
mentiras, no vayas a decir mentiras porque la mentira es mala chamaco, suena el
teléfono -hijito esta tu papá, soy el de la renta- , papá te hablan, dile que
no estoy. ¡Ya le mintió!, le acaba de enseñar, le acaba de decir que no se
miente y acaba de mentir, le acaba de decir que no sea grosero y se aventó el
papá y la gente adulta una letanía de groserías, ¿entonces qué es lo que
entiende el niño? ¡No! no entiende nada.
Y
aprende del ejemplo, no de las palabras.
Entonces es delicado ¿no? Yo le diría a la gente, no te
detengas, sirve con todo tu corazón y todo tu amor. Hay una ley natural en el
mundo que es: todo lo que el hombre siembra, eso cosecha. Si yo siembro
jitomates voy a cosechar jitomates, si siembro aguacates voy a cosechar
aguacate, si siembro amor voy a cosechar amor, si siembro generosidad voy a
cosechar generosidad. Entonces la gente está acostumbrada a hacer caridad, yo
digo ¿A quién le sirve la caridad?, le sirve a quien la hace momentáneamente,
ya acabo de dar diez mil pesos allá, no que bruto ya di la vida, se acabó, no
doy más. No, en vez de decir: se necesita, yo quiero dar todo lo que necesite.
Hace unos días vi una película de un hombre que en la segunda guerra mundial se
dedicó a sacar niños de la guerra, niños judíos y los mando a América, el
hombre años después vino aquí, estuvo y vivió aquí, lo invitaron a un programa,
él no quería ir, la mujer lo convenció y cuando llegan se quería sentar atrás y
le dicen que se siente adelante, se sienta adelante y empiezan a decir que
entre ellos se encuentra un hombre que en la segunda guerra mundial el hizo y
saco 298 niños y los trajo a América y los puso en diferentes casas y no sé
qué, por favor aquí esta fulano de tal y el hombre por favor no me mencionen,
no quiero esto, y póngase de pie, entonces se pone de pie y la conductora le
dice ahora mire a su derecha y ve a una señora de 50 años le dice esa señora
que está viendo junto a usted y ponen en la pantalla es esta niña que usted
rescato, el hombre se queda impactadisimo y la mujer, haz de cuenta que era su
papá, la forma como lo abrazo y le dijo que había orado por el toda la vida
porque él la había rescatado y entonces se sienta conmovido agarrándole la
mano, pero ahora ¿cuántos niños más rescató usted? Doscientos noventa y pico de
niños y aquí en esta sala hay otros que usted rescató, les voy a pedir que se
pongan de pie, entonces él voltea y está toda la sala llena de todos sus niños.
Qué satisfacción verlos, ver que uno pudo hacer algo por ellos ¿qué sintió ese
hombre? Yo lo entiendo perfecto porque yo siento lo mismo, sentía que no había
hecho mucho, que había rescatado doscientos noventa y pico de niños cuando
había miles. A mí me preguntan “y usted ¿está satisfecha?”, yo digo porque me
hacen esa pregunta, ¡no!, “¿No está satisfecha?”. Han pasado seis mil niños por
Ministerios de Amor en treinta y ocho años, más de seis mil niños han pasado y
no han pasado más porque de unas décadas para acá ya están estables, ya no hay
rotación, rotación había al principio en el centro histórico cuando abrimos
Cuernavaca, cuando abrimos las primeras casas y entonces me dicen “¿está usted
satisfecha?”, estoy contenta y estoy feliz de verlos cuando salen adelante,
satisfecha no estoy, porque a mí me gustaría tenerlos a todos. Me gustaría
tener lugares donde pudieran tener tres mil niños aquí, cinco mil niños acá,
seis mil niños allá, yo así sería feliz.
Considero
que cada estado necesita un Ministerio de amor, cada rincón de este país
necesita uno, porque desafortunadamente son muchos niños, pero afortunadamente
está Mami Ceci apoyando con su granito de arena apoyando a quien lo necesita.
Si pero es un granito es muy chiquito
Pero
al final, créame, cambia muchas vidas y marca la diferencia, que al menos seis
mil niños no sufrieron, sintieron el apoyo y el cariño de usted
Hace poco fui a comer con uno de mis niños que estuvo en
la primera generación, ya es un hombre, ya es un empresario, estuvo en
Monterrey muchos años, acaba de llegar a México y fuimos a comer, me dijo algo
que me sacudió mucho, la verdad no lo había pensado. Me dijo “Oiga M, ¿usted se
da cuenta cuantos empresarios a usted hecho?”, ¿empresarios?, “pues yo soy uno
de ellos, a mí me va súper bien, yo trabajo en una empresa con gente pero
riquísima y les manejo un montón de cosas y me va muy bien y soy padrino de
Ministerios de Amor, con un granito, peor soy padrino”. Y yo nunca había
pensado en eso, realmente me conmovió mucho. Ojala haya mucha gente que por
medio de esto se una a la causa y se vuelva padrino, sería maravilloso.
¿Qué
legado quiere dejar? No tanto como Ministerios de amor, sino hacía sus niños.
Qué sean gente que impacten al mundo, que donde quiera
tengan un sello divino, de Dios, que sean gente de bien, que sean gente
propositiva, que sean gente de trabajo, que nunca se vayan a achicar por nada,
ni acobardar, que sean dadores, pero que den
a todas las necesidades que vean y que puedan participar; eso me
encantaría, que la gente me dijera vi a unos chicos tuyos que barbaridad. Eso
me paso con una actriz que se llama Maribel Guardia, ella visitó no sé porque
razón, visito una de las casas de Ministerios de Amor, conoció a los niños y
quedo encantadísima, entonces cuando se casó hace ya muchos años, ella tenía
una casa puesta y dijo yo no necesito nada y entonces le dijo a su marido que
te parece si en vez que nos regalen a nosotros, ponemos en nuestra boda una
mesa que la ponga Ministerios de Amor, y lo que nos quieran dar a nosotros que
se lo den a Ministerios de Amor, cuando yo me entere de eso ni siquiera sabía
quién era Maribel Guardia, pero cuando yo me entre de eso dije pero que
genialidad, eso es encantador, quien es esa señora, no pues una actriz, bueno
nos quedamos así y entonces un día hacemos contacto y la veo y me cuenta esta
historia, yo hice esto por ustedes y cuando llego el día de mi boda, pusieron
una mesa con una pantalla de televisión y pusieron videos y tenían ahí
trípticos y me acerque para preguntarle al señor que estaba si la gente había
dado o no, un hombre pero así súper correcto y le dice “oiga y ¿usted trabaja
en Ministerios de Amor?” Y le dijo no, “¿usted es el abogado de Ministerios de
Amor?”, dijo no, yo estudie una carrera de Negocios Internacionales, “¿o es
usted voluntario?”, dijo no, yo fui un niño de Ministerios de Amor, dice que
lloró, abrazó al muchacho y lloro encima del muchacho y dijo no puede ser,
entonces cuando, yo veo eso pues mi corazón se conmueve, digo que bonita imagen
dio este chico, que bonito.
Cabe
destacar algo y lo acaba de mencionar usted, usted ha tocado el corazón de seis
mil niños, pero esos seis mil niños tocan más corazón, es algo que no se queda
ahí, es algo que trasciende a más personas y es un cariño que se comparte. Pero
sobre todo es algo que una sola persona llamada Mami Ceci, ha logrado.
Pues ojala y logremos muchos más, yo, mi sueño es cambiar
este país, ese es mi gran sueño, no hay forma de que alguien me diga que no se
puede hacer, porque no lo creo, yo sí creo que se puede cambiar al país, yo sí
creo en los milagros, yo sí creo que este país puede ser impactado por muchos
lugares, entonces si hiciéramos cada uno la parte que nos corresponde los
mexicanos seriamos un ejército de
intercesores, de dadores de vida, de generosos incontables.
¿Cuáles
son los planes para Ministerios de Amor?
Yo tengo un sueño que lo tengo desde que casi casi
comencé que es poder hacer una pequeña ciudad que yo lo llamo el Valle de los
niños, pero es como una pequeña ciudad que tienen edificios de niños y niñas,
por pisos, por edades, tiene unas casitas sobre todo para los niños chiquitos
que no puedan subir ni nada, para los bebés y luego tiene un área de talleres,
un área de escuela completa, un área de clínica, tiene un banco con monedas de
adentro del valle de los niños para que ellos aprendan a manejar, a hacer sus
depósitos, a todo. Tiene toda un área deportiva, tiene muchas cosas, tiene talleres de producción y talleres de
aprendizaje, luego tiene una plaza con un kiosco en el centro, muy bonito. Todo
el proyecto es muy bonito y llevo luchando desde que comencé Ministerios de
amor, yo siento que pronto se va a dar, yo no me voy a ir de esta vida sin ver
que en el país ya está hecho y dejar un molde para que se hagan en cada estado
de la República, ese es mi sueño, ese es uno de mis sueños.
¿Actualmente
que tanto apoyo se recibe del gobierno o todo es de padrinos?
Todo es de padrinos
¿Y no
hay alguna forma en que el gobierno apoye o se cree algo destinado
exclusivamente para Ministerios de Amor o para las fundaciones en general?
No, el gobierno desgraciadamente nunca nos ha apoyado,
incluso a veces pedimos apoyo de permisos, que nos den permiso para estar en la
vía pública el día del niño y el día de noche buena, de navidad y hay veces que
hasta tres días antes nos sueltan el permiso y nos cuesta trabajo tener a la
gente parada porque el sonido, las tarimas, las lonas, las carpas, pues dicen a
ver y si no se los dan nosotros nos vamos a parar o las rentamos a otros y
nosotros no espérennos, finalmente sale el permiso, pero el gobierno no nos
ayuda mucho. Yo en este momento de mi vida tengo una enorme esperanza en el
gobierno de Morelos, porque he visto que se están haciendo cosas importantes,
que se están tomando cartas en el asunto en cosas que estaban súper
descuidadas, entonces tengo esperanza que pudiera hacer mi Valle de los niños
ahí y que sea además un centro de observación para otros países, que puedan
venir y se lleven el modelo del área que quieran, se me hace maravilloso.
Y
sería un legado increíble que cambiaría aún más vidas
Yo pienso que sí, siento que sí.
¿Cuánto
tiempo considera que una vez que inicie ese proyecto ya estaría físicamente?
Si todo saliera bien, si consiguiéramos las donaciones de
los materiales, si lo hiciéramos con estructura liviana yo creo que en cinco
años estaríamos inaugurando completo el lugar y además el lugar no lo
querríamos para nuestros niños, lo queremos abrir a la zona, que los niños del
perímetro de alrededor vengan a la escuela, que vayan al deportivo, que visiten
la clínica, que les arreglen ahí los dientes, que vengan a trabajar a los
talleres, que vengan a aprender, sería Ministerios de amor y abierto a la
comunidad.
Sería
un beneficio para todos, eso también debería motivar a los vecinos
Eso me gustaría mucho, tenemos un terreno en Xochitepec
Morelos pero colinda con el penal y entonces está muy difícil porque las
restricciones que hay alrededor, es difícil, estamos así como ¿qué hacemos?, no
nos dan el permiso de construcción por las
limitaciones que tenemos con el penal pero por otro lado es el único terreno
que nos han donado, estamos así como de bueno.
Hay
que buscar un cambio de terreno, te cambio el terreno de Morelos por otro de
por acá.
Sí, sería maravilloso.
¿Cuál
ha sido la mayor tristeza que ha tenido a lo largo de este tiempo en
Ministerios de Amor?
A ver visto morir a algunos de mis niños.
¿Por
enfermedad que ya traían o alguna enfermedad que surgió ahí?
El primero que yo me acuerdo fue Lalito que llegó con los
riñones destrozados y lo metimos con un especialista privado, lo revisó le dio
un tratamiento, todos los tratamientos eran delicadísimos y a mí me dijo “está
fatal”. Y yo de no, porque yo ya había visto milagros, unos milagros
impresionantes, entonces era un niño muy rebelde, muy grosero, muy violento, muy
de mal humor y todo por causa de los riñones, los riñones provocan también eso
y entonces empezó a tener unas crisis y empezó a ser muy agresivo con la gente,
salíamos y le decía aquí conmigo, no te me separas porque si se me separaba, el
otro día fuimos al papalote y casi le pega a una señora que se metió en la fila
con su bolsa y a la hora que le dio la vuelta le rozo en el hombre y ah bueno,
él ya quería pegarle y yo no, y ahora por esto te vas a tener que quedar
conmigo junto a mi todo el día en el papalote, con que tranquilidad te dejo
solito y como dos semanas después le dio una crisis espantosa y nos fuimos al
hospital, ahí lo detuvieron y muy mal y un día llegue con un oso enorme que le
había comprado y cuando llegue a la clínica dije vengo a ver a Lalito “ah ya se
murió” ¿Cómo?, “si se acaba de morir hace como media hora”. Yo recuerdo que me
recargué así en la pared y me fui así sentando en el suelo, yo no lo podía
creer y les dije yo quiero verlo, “no señora ya le pusieron la bolsa”, no yo
quiero verlo les dije, quiero verlo porque yo me negaba a creer, cuando lo vi
me di cuenta pero fue un dolor espantoso, no solo para mí, sino para todos los
niños de la casa, del edificio, como sufrieron, una cosa terrible. Y hace
poquito, escasos dos meses una de nuestras niñas que creció en ministerios de
amor, le vino un tumor canceroso en el tallo, en el cerebelo, entonces estaba
atrás del tallo y era inoperable, entonces tuvimos que ver como crecía el
tumor, horrible, a mí me aterra cuando se ocupa medicina que no es la
convencional, yo siento que fueron las quimioterapias la que la mataron.
Es que
ese tratamiento debilita y si de por sí está débil , termina destruyendo todo,
la poca fuerza que le queda, pero creo que tanto para la niña como para Lalito
el amor que recibieron eso si no lo cambian por nada, se van con un buen sabor
de boca a pesar de estar en la calle, de sufrir maltratos, desprecios, al final
de su vida se llevan el amor y el cariño que les ofrecieron y como dice usted,
son una familia todos, duele pero se fueron con amor
Luego otro sufrimiento que tuve un día me dejaron a una
niñita, era bebita y la mamá no estaba bien mentalmente y agarro a la niñita de
los tobillos y la estrellaba contra la pared, los vecinos fueron los que se
dieron cuenta y llamaron a la policía, llegaron por la niña, la metieron a la
clínica y no había donde dejarla, llegaron al ministerio y les dijo que no la
podía recibir, no porque yo no quiera sino porque no tengo las instalaciones,
no tengo un médico, no tengo una enfermera, no tengo a nadie y si esta niña le
da una convulsión no sabemos qué hacer, bueno porque no buscan y ellos decían
que ya habían buscado en todos lados y no hay forma y a lo mejor hasta en la
calle la dejamos. ¿Cómo ustedes la van a dejar en la calle? “Qué hacemos si
nadie nos la recibe ni modo que nos la llevemos a nuestra casa”. No pues si es
así yo me la quedo, no es que yo no la quiera porque no quiera problemas sino
porque no tengo la infraestructura. Y se quedó, Keyla se llamaba, se quedó con nosotros
y creció sin hacer contacto con el mundo exterior, si hacía contacto, los
médicos decían que no, pero los niños chiquitos le bailaban y ella se reía, no
se hubiera reído si no hace contacto. Le
daban de comer de lado y abría la boca, entonces si siento que los médicos
estaban equivocados y yo les decía a los niños que todo el tiempo le dijeran
cosas bonitas y los niños son muy lindos y sus hermanitos chiquitos que eran
toda la casa de cachorritos, nombre la cuidaban, la amaban, la besaban, la amaban
con pasión. Luego llegó un segundo niño que la mamá lo parió en un deshuesadero
de coches, una doctora lo recogió y lo llevo al hospital, la mamá dijo que no
quería al niño, si era necesario que lo mataran pues que lo hicieran en el
hospital pero que no lo quería. Entonces me hablaron y les dije que si se los
recibía al bebé pero con la mamá para que lo amamante, cuando lo deje de
amamantar ya se puede ir y entonces estando amamantando le vinieron unas crisis
al niño, lo metieron al hospital y que estaba mal del corazón, del hígado y me
dijo el doctor que no le metiera dinero a ese niño, ya que se muera, y pues yo
no iba a dejar que se muera y no, no se murió pero vivió poco como Keyla; esos
son mis casos más difíciles. Ahora, he visto milagros, un día llegaron de la
procuraduría con un niño que olía tan espantoso, olía a coladera, llego con el
píloro tapado y tenía como una semana de no ir al baño entonces como tenía
tapado el píloro tenía todo regado por dentro y no pues que ya se va a morir y
yo de no me pueden dejar esto aquí por favor yo tengo muchos niños y que no
había donde lo recibieran y que se iba a morir que no iba a brincar la noche,
que ellos iban en la noche por él y si no se había muerto iban en la madrugada.
Bueno ya, yo dije no se puede morir este niño y me quedé junto a su cama, fue
tremendo, yo le pedí a Dios con todo mi ser que no se muriera y no se murió. La
policía, los que me lo llevaron, llegaron nueve días después y me preguntaron
donde tenía el cadáver y les dije que arriba en la azotea, se subieron y yo
había puesto un alambre para que jugaran a la pelota, tenían sus canastas de
basquetbol y había un cuartito entonces dijeron “aquí está el niño” y les dije
que en este piso sí, es el que está metiendo exactamente la pelota en la canasta,
“no señora el niño que le trajimos”, ese es el niño que ustedes me trajeron,
“¿El que venía con el píloro tapado?”, si, es él, pero que barbaros son, porque
si se me hubiera muerto yo que hubiera hecho, me avientan la bronca a mí, ¡no
bueno!. Pero así como ese caso he visto
muchos casos de éxito, de milagros, donde Dios interviene y Dios mete la
mano y los saca adelante y a los que no saca adelante no podemos recriminarle
nada porque él sabe porque, él sabe porque se llevó hace unos meses a Coral con
el tumor canceroso, él sabe, yo no.
Es
dejar las cosas en manos de él porque él sabe lo que le conviene a la persona
enferma
Y esa es mi paz.
Porque
todo lo que está en sus manos lo está haciendo, insisto, es algo de admirar
porque todo lo que puede y tiene lo da a ellos.
Ha
habido algún niño que estuviera con
rencor, con odio y que no se haya adaptado a lo que le ofrecía Ministerios de
amor.
Si y otros que se adaptaron pero después de muchos
problemas, yo tengo un huesito salido en la nariz, fue por un trancazo que me
dio un niño que vi estrellitas y que estaba yo recorriendo el edificio y de
repente volteé y así “fun” vi negro y la gente que venía conmigo inmediatamente
grito y trato de agarrar al muchachito, cuando veo que lo suben dije no, no,
déjenlo, no lo toquen y que le digo “ay que bárbaro eres mijito de veras que si
se ven estrellitas, yo creí que no pero si se ven estrellitas”. Les dije que me
dejaran sola con él, “No mami Ceci como la vamos a dejar”, “déjenme sola con
él, yo sé lo que les estoy diciendo”. Cuando me quede con él le dije ¿Por qué
me pegaste? No me hablaba nada y no le saque ni una sola palabra, pero si le
dije que bárbaro, que fuerza tienes, admirable ¡eh! Yo te agarraría para mi
guardaespaldas, ¿Por qué no eres mi guardaespaldas? Mañana, a partir de mañana
tú vas a ser mi guardaespaldas y nunca me hablo una palabra, no le saque ni un
sí y cuando llegue al día siguiente estaba parada en la puerta vestido ya para
ser mi guardaespaldas y le dije oye guardaespaldas tu y yo nos tenemos que
comunicar, tienes que hablar, ¿nunca me vas a decir por qué me pegaste? Y me
dijo si, ¿Por qué me pegaste? Y me dijo “porque usted el otro día hablo muy
bonito que del amor, y que el amor que todo lo soporta y que no sé qué y yo
dije que pura palabrería, cuando entro al cuarto no había más niños y dije
ahorita le voy a demostrar que todo lo del amor no es cierto, pero si le pegue
y le rompí la nariz y usted me nombro su guardaespaldas y no pude dormir porque
toda la noche eh estado pensando pues que si fue verdad lo que dijo, yo no le
quería romper la nariz” Pero sabes qué, el resto de mi vida traeré este sello
tuyo, cada vez que lo vea me voy a acordar de ti. Y así fue, entonces hay que
tener como ese trato con ellos para sacarlos adelante, que se den cuenta que si
hay límites y hay reglas pero no tenemos porque ni enojarnos ni gritarles,
simplemente la regla es la regla, tú tienes que respetar la regla, en fin.
¿Cuál
es la clave para lograr lo que ha logrado?
El amor, no hay arma más fuerte que tengamos que el amor,
más poderosa, con esa arma nosotros en verdad podemos vencer hasta lo más duro
de roer. Sin dudar, sin la menor duda, el amor. Yo no soy religiosa, no creo en
ninguna religión, se me hacen como la política, se me hacen sistemas, si no
haces esto Dios te castiga, si no haces esto, si no estás aquí. No, el Dios que
yo conozco no es así. Entonces la clave de todo esto está en tener una relación
con Dios y saber que él va caminando frente a nosotros, esto yo lo digo a mucha
gente y dice que claro que soy religiosa y no, ni soy religiosa ni veo a Dios
como la mayoría de la gente lo ve, ni le tengo ese pavor porque es un Dios
justiciero y malo, no, no es ni justiciero ni malo, a él le duele lo que nos
pasa y lo que nos pasa no es ni siquiera porque él nos lo mande, es porque
nosotros nos metemos en terrenos que no son de él y son peligrosos y nos pasa.
Las
oportunidades las tenemos, hay que aprovecharlas, pero haciendo las cosas bien
A mí cuando me dicen ¿Dónde está Dios?, mi amor Dios está
junto a ti pero no lo puedes ni percibir porque no te acercas, porque no hablas
con él, porque no le crees, pero si te acercas te aseguro que lo vas a empezar
a escuchar.
Ojala y a través de esta entrevista se unan mucho más gente, mucho más padrinos y madrinas a las filas, la verdad los necesitamos, para mí sería un dolor espantoso tener que volver a cerrar otra casa.
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