"Mami Ceci"

 "MAMI CECI"

Desde hace años realiza una gran labor, es de admirarse y de seguir ese ejemplo, un ejemplo de vida, ella es una gran mujer y, sobre todo, el cariño y el amor que da a esos niños lo refleja en sus palabras, acciones y mirada.


¿Cómo surge ministerios de amor? ¿Qué es lo que la motivó a crear una casa para los niños que no tienen con quién estar?

Ministerios de amor nace de un despertar, de una necesidad. Yo en aquella época tenia  mis oficinas en reforma y solía pasar todos los días por el mismo lugar y ver a la misma gente y saludar ahí a las Marías que estaban en la calle, a los teporochitos; pero para mí eran como parte del inventario nacional, como parte del folclore, como parte del atractivo turístico como creo la mayoría de la gente lo hemos llegado a ver. Empecé un día a pasar y algo se me movía dentro del corazón, algo muy muy fuerte, pero muy muy fuerte, yo no sabía muy bien que era, de hecho, no sabía cómo aterrizarlo ni donde aterrizarlo pero sabía que algo me estaba pasando adentro y empecé a ver  la necesidad de una forma diferente, con una conciencia que no tenía exaltada o que estaba en ese momento teniéndola. Algo fue como si se gestara dentro de mí y empezará a crecer porque eso que empezó con un simple ver alrededor y ver la necesidad siguió creciendo, creciendo, creciendo y empecé a ver  más de cerca a los niños, a la gente, empecé a sentir un dolor espantosísimo, pero horrible, era un dolor como si yo estuviera, como si fuera mi responsabilidad como si yo amara a esas personas pero de una manera increíble y fue muy fuerte porque realmente eso es lo que fue, fue muy fuerte. Fue un tiempo de una gestación que duro meses y meses y hubo eventos que sucedieron; uno por ejemplo en un día decir “ya no, ya no puedo más” voy a salirme a la calle porque no sé qué me pasa, no sé que tengo, no sé qué. Me salí y me fui a unas colonias que en la vida ni siquiera me las hubiera imaginado, no sé ni cómo llegue a esos lugares, pero llegué. Tuve contacto con mi primera niña, era una mujer así, parecía una mujer tan fatal, debajo de un farol en una calle desierta, medio oscura y conforme me fui acercando me fui dando cuenta que no era una mujer, era una niña, con las piernitas flaquitas flaquitas, yo dije esta mujer está desnutrida, no pues no estaba desnutrida, no estaba desarrollada porque era una niña, unos tacones así enormes, con una cara, una amargura en el rostro, con un rictus tan tremendo y me acuerdo que yo dije “yo ya no entiendo que me está pasando quizá me estoy volviendo loca, estacioné mi camioneta a la vuelta y me baje y empecé a caminar hacia donde esa niña estaba, no le dije una palabra simplemente le clave los ojos en sus ojos y cuando llegue me acerque y le dije “¿te puedo dar un abrazo?”, pero ya su cara ya había cambiado, ya ese rictus de amargura, de dolor, de vejez, de vejez en una niña de catorce años ya no estaba. Yo la vi, únicamente había caminado de la esquina unos 30 pasos hasta el farol donde estaba, bueno  me pase toda la noche con ella, la lleve a un Sanborns que estaba abierto las 24 horas, cenamos y nos amanecimos platicando. Para mí fue un momento fascinante porque yo estaba aprendiendo, no era yo que la estaba ayudando solamente, era ella que me estaba enseñando también grandes cosas, y nos hicimos muy buenas amigas y la empecé a ver y empecé a estar con ella y luego empecé a ver otras etnias, otros niños, empecé a ver las alcantarillas; los dos primeros años yo los dedique a lugares paupérrimos, a centros de miseria, malos asentamientos, basureros, o sea feo. Y eso me sirvió a mí para darme cuenta como se producen los niños de la calle, ¿porque un niño se va a la calle?, ¿Qué encuentra en la calle que sea mejor que lo que tiene dentro de su casa?, y me enseño mucho en muchos aspectos y me confronto a mí misma porque me di cuenta de que yo había tenido toda mi vida contacto con esas personas pero nunca me había dado cuenta. Esa persona era la lavandera que había en mi casa cuando yo era chiquita, la cocinera, la mujer que hacía la recamara y yo decía como nunca me pude percatar de esto y fue muy fuerte, muy muy fuerte. Desde ahí empecé, estuve dos años, dos años y medio, trabajando en lugares de miseria y en basureros y después de eso fue que me lance a la calle donde conocía a esta niña y empecé una carrera en la calle, baje a las alcantarillas busque a los niños de ahí, de ahí los saque.

Sabemos que el vivir en la calle es peligroso, es feo, es un lugar en donde nadie merece vivir, pero para que los niños se vaya a la calle es porque su hogar está mucho peor, encuentran en la calle la tranquilidad que en el hogar no tienen. Pero ¿a qué se debe exactamente? A los papás, a las malas condiciones de vida, ¿qué los orilla a irse?

Por la necesidad y el trabajo de los padres que son, por ejemplo las madres que están doce horas fuera, ocho horas que trabajan, dos horas que se transportan para llegar a su trabajo, dos horas que salen del trabajo para llegar a sus casas, llegan agotadas, lo último que quieren es lidiar con los muchachitos, entonces el niño vive en un abandono total, se está criando en la calle, to me acuerdo que yo veía a los hijos de mis amigos muy educados y todo pero siempre cuando empezaban a comer espagueti siempre los sorbían y todo el mundo les decía “no se come el espagueti así, no hagas eso”, bueno pues así veía a los niños así en la basura comerse  las lombrices vivas y era una cosa desgarrante, la verdad era una cosa desgarrante y fue así como yo empecé a darme cuenta como llegaban a un punto en la vida en que ya, se iban alejando alejando y a veces ni la gente se daba cuenta y un día ya se fueron.


¿Qué tan fácil o difícil fue que los niños se acercaran a la casa, que usted los invitara a entrar a Ministerios de amor?, que ahí los iban a cuidar, iban a tener educación, todo. ¿Qué tan fácil fue? Porque de cierta forma ya están acostumbrados a estar en la calle, libres.

Cuando yo empecé a estar con ellos y a trabajar con ellos y a convivir con ellos yo no tenía ningún lugar a donde llevarlos y me empecé a dar cuenta de que por más que yo los amara y los visitara y ellos se metieran a los baños públicos según ellos a bañarse porque se echaban agua, no iba a poder hacerse mucho porque la calle los jalaba, entonces empecé a hablar con ellos y a decirles “y si consigo un lugar dónde llevarlos”, pues al principio yo creo que ni siquiera creyeron que era verdad y dijeron “si, estaría chido”, bueno,” voy a buscar un lugar” y empecé a buscar un lugar  y por medio del gobierno vi este inmueble en el centro histórico en la calle de Argentina, a una cuadra de la Secretaria de Educación Pública, era un edificio que estaba completamente abandonado y en ruinas, los cables de la luz estaban rotos, colgados, era un asco el edificio, había un elevador donde tiraban la basura y había sido un edificio de gente que tenían negocios de juguetes, de ropa ahí en la calle, entonces tenían ese edificio como bodega pues estaban abandonados y obviamente llevaban, no sé, treinta años de no pagar algún impuesto ni agua ni nada entonces el gobierno les había quitado ese inmueble pero todavía había alguna gente dentro que se resistía a salirse, entonces cuando yo vi al delegado de la Cuauhtémoc me dijo “pues tenemos este inmueble, váyalo a ver, yo la mando con mi jefe y si le gusta  pues tome medio piso, era un edificio de 800 metros cuadrados y entonces, medio piso era 400 y dije está muy bien. Aceptamos, entramos al medio piso y obvio en poquito tiempo el medio piso ya no era tan funcional, necesitábamos un poquito más, entonces yo me acuerdo que en el centro había un aire y yo me colgué de unas sogas y empecé a asomarme y a darme cuenta que tenían un escritorio y una máquina de escribir, eso era todo lo que había y tenían una tela y por ese artículo ocupaban el lugar, entonces volvía a la delegación y les dije está vacío el edificio, o sea tiene en el mezzanine tiene una fábrica de suéter que sigue funcionando, pero en todo el edificio no hay nada ni nadie pero tienen llave y tienen una máquina de escribir. Entonces me dijo el delegado “nosotros no hemos podido quitar a los que quedan, yo le doy lo que le sirva del edificio y si quiere todo el edificio usted encárguese de sacarlo, como pueda”, entonces empezamos a hacer una labor, yo les dije “miré esto va a estar lleno de niños, de niños de la calle, no quiero que les vaya a pasar nada a su fábrica ni a las cosas que tienen ahí guardadas” y empezaron a salirse todos, recuerdo que el último que se salió fue el dueño de la fábrica y nosotros les ayudamos a mudarse y entonces nos quedamos con el edificio, así empezó ministerios de amor.

Hay un libro que escribí que se llama “Del dolor al amor”  y aquí cuento todo el principio un poquito más detallado de como se lo estoy contado a usted, lo cuento en este libro y cuento los testimonios de los niños, los niños hablan y dicen “está es mi vida y por eso estoy aquí”. Fue muy difícil al principio, para empezar el hecho de constituirme como una Asociación civil fue una cosa dramática, porque no había altruismo en ese momento en nuestro país, no había fundaciones, no había federaciones, no había IAP, no había asociaciones civiles, no había nada, entonces no había un documento que nos sirviera de guía para hacer una asociación; entonces yo tuve que hacer ese documento con dos abogados amigos y trabajar todas las semanas para irlo formando, fue un lío, ahorita ya no, pero fue un lío en su momento. Cuando lo tuvimos hecho nosotros alquilamos el siglo XlX y ahí dimos conferencias e invitábamos a todo el mundo: prensa, radio, televisión, empresarios, gerentes de banco, gente que tenía negocios chicos, pintores, escultores, artistas, actores, amas de casa, todo lo que se dejó lo metimos ahí, el objetivo era decirles “todos tenemos que hacer algo porque tenemos que salvar a México, si nosotros no hacemos algo hoy el problema va a crecer”.

Yo cuando empecé con Ministerios de amor me acuerdo que le hable a Jacobo Zabludovsky, era amigo nuestro y lo cite en un lugar y fueron gentes de 24 horas, de medios de comunicación, les dije “ustedes no tienen idea de lo que hay debajo de la tierra, en las alcantarillas hay un mundo de niños perfectamente organizados, quien roba, quien compra y quien distribuye, quien cuida el alcantarilla o el lugar, y estos seres se están reproduciendo a temprana edad, hay niñas que en la primera ovulación se quedaron embarazadas  o al mes siguiente ¡embarazadas!, que tienen 13 años, a los 14 años tienen un bebé que tratan como a una Barbie, como una niña trata a una Barbie, que les dan droga para que no se muevan en la noche, solventes en la mamila, la madre se ha drogado también, trae drogas en el cuerpo que la transmite en la leche, era un drama, un drama espantoso” pero volviendo al punto, dije la forma de hacer una institución porque a mí me costó mucho trabajo es esta, este es el manual que hemos preparado para toda la gente que esté interesada y vamos a regalar el manual con el disquete que les dice paso por paso como formar y constituirse legalmente como una institución y entonces empezaron a surgir asociaciones e instituciones.

De repente me veía a mí la gente y me decía: “¿Pero como es tan fructífera con sus ministerios?, ¿Cuántos ministerios ya tiene?” - “¿Cómo cuantos, por qué me dice eso?; Pasitos de amor, Gotitas de amor, Sonrisas de amor, todas tenían la palabra Amor como mi logotipo y todo el mundo creía que yo estaba abriendo asociaciones por todos lados que se dedicaban a los niños con síndrome de Down, de meningocele, a las madres solteras, en fin. Y yo decía no pues no soy yo, es la gente que le ha puesto amor pero son sus instituciones. Ha sido una carrera muy larga y muy dolorosa pero que no la cambiaría por nada, por nada en este mundo yo cambiaria lo que he vivido en Ministerios de Amor, he llorado mucho, llevo 38 años sin parar, creo que es una asociación que ha demostrado que se ha sostenido en todas las tempestades gubernamentales, de cambios de leyes, de todo, hemos aguantado tsunamis, erupciones de volcanes, todo, todo lo hemos aguantado, mareas altas, mareas bajas y hemos salido siempre adelante. Hay mucha gente que a mí me ve y como mucha gente sabe que yo vengo de un contexto empresarial piensan que yo soy millonaria y como me ven hablar diferente y me ven así medio educada y todo pues piensan que soy una mujer tremendamente rica, dicen esta mujer pues que va a necesitar dinero, si es millonaria, yo digo bueno “Dios tú toma estas bocas como bocas de profeta que están augurando que yo voy a ser millonaria porque yo sí sé qué hacer con todo ese dinero”. Entonces aunado a eso vivimos en un país que no tiene una cultura de generosidad, ¿sabemos ser generosos?, sí sabemos ser generosos; cuando hay un huracán en Acapulco todo el mundo se pone las pilas, agarra sus coches, mete agua, mete esto, lleva cobijas, lleva sábanas, lleva ropa, dos semanas, las dos semanas ya hicimos, ya vámonos, ¡sí!, pero los damnificados se quedan igual, no tienen casa, no tienen cocina, no tienen ropa, no tienen comida, no tienen nada, están damnificados y así como el primer día necesitaron cosas, así siguen necesitando. Entonces somos un país que hacemos actos generosos, sí, pero no somos un país que tengamos una cultura de generosidad, ¿Y qué es una cultura de generosidad? Pues es como traer unas antenas así alertas, como radares, buscando a donde se puede ayudar, a donde podemos hacer algo, a donde podemos entrar, a donde podemos llevar lo que falte y aunque no haya dinero pues decir “¿a ver qué es lo que tú necesitas? No pues yo necesito dos refrigeradores, yo no tengo el dinero pero te los voy a dar, porque yo voy a convocar a toda mi familia y a mis amigos y voy a hacer una polla de dinero para comprar los refrigeradores, así es que yo voy a poner los refrigeradores”.

¿Cómo aceptan a un niño? ¿Llega o ustedes salen a buscarlo?

Cuando yo empecé, yo salía a buscarlos, los sacaba de las alcantarillas, de la calle, de los parques y los llevaba al edificio, nadie me decía nada, porque no había ley. Hoy en día los niños pueden llegar por voluntad de alguien o de ellos mismos, pero normalmente ya tienen que pasar por el DIF o por la Procuraduría que son los que canalizan más a los niños, porque son los que los recogen en la calle ahora ya, ya no es como antes que yo salía a la calle y los llevaba al edificio, ahora hay otro reglamento y otras cosas que se deben de implementar y que hacer y que las hacemos. Cuando un niño llega solo o lo trae un pariente o un vecino eso se llama un ingreso voluntario, o sea, que alguien lo trajo y lo metió ahí, yo como asociación civil estoy obligada a decirle al MP, a la Procuraduría y al DIF “yo tengo a este niño aquí”.

¿Qué les ofrece Ministerios de Amor a los niños que van ingresando?

Ministerios de Amor es una familia, es un hogar, entonces les ofrecemos lo que se le ofrece a un hijo, se les ofrece casa, comida, escuela, uniformes, ropa, todos sus enseres, desarrollo de talento, si unos son buenos para la pintura pues buscamos que tengan clases de pintura, si son buenos para el arte o para el baile pues los buscamos, si son buenos para la música también lo buscamos, si tienen ganas de la cocina pues los metemos a los cursos de chefs, entonces ellos tienen su vida muy armada, nosotros no trabajamos momentáneamente con los niños, si a mí me traen a un niño y me dicen “a ver ténganlo aquí dos semanas” yo no sé cómo trabajar con ese niño, si lo voy a tener si no tienen a donde dejarlo pero no es el perfil de Ministerios de Amor, el perfil de Ministerios de Amor es que los niños ingresen y que sea un plan de vida porque nosotros los llevamos hasta la universidad, pues generalmente todos los que van a la universidad generalmente se van cuando terminan la universidad, ellos ya sienten que están capacitados para conseguir trabajo y para salir adelante.

¿Cómo podemos ayudar? Es directamente ir a las instalaciones o se puede apoyar de algún otro medio

Nosotros tenemos unas oficinas en la Ciudad de México, en la Colonia Insurgentes Mixcoac, exactamente atrás de la Plaza Manacar y tenemos unas oficinas ahí donde está todo lo que es lo administrativo entonces ahí tenemos un departamento que se llama Padrinos, entonces una gente que quiere aportar una cantidad mensualmente, así sea de doscientos pesos, habla por teléfono a un número de teléfono bien sencillo 55 56 11 11 11 y ahí dicen “yo me quiero hacer padrino, quiero que se lo carguen a mi tarjeta de crédito o vivo en tal lugar, me pueden mandar a alguien, a un propio a mi casa a cobrarme o denme un número de cuenta y yo deposito”. La gente no es todavía tan apta para depositar, los jóvenes si saben hacer transferencias hasta desde el celular, pero unas personas ya de 50 - 60 años ya no es muy hábil con la tecnología, entonces hay muchas formas en que pueden apoyar. Hay gente que está en el extranjero pues por medio de PayPal en la página nuestra que es www.ministeriosdeamor.org.mx , en la sección de Padrinos entonces por PayPal también pueden hacer depósitos. Necesitamos muchos padrinos, pero muchos, yo debo de decir lamentablemente y con todo el dolor de mi corazón, por problemas económicos tuvimos que cerrar hace algunos meses Monterrey, ya llevaba 32 años en Monterrey, para mí fue un golpe mortal sentí que hasta me enfermaba yo, de verás porque me dio una tristeza espantosa, como si se me hubiera muerto alguien y desde que cerré cada tres meses estoy hiendo para ir a ver a los niños que están en otras instituciones, el DIF los metió a otras instituciones, entonces yo voy a las otras instituciones y los veo a ellos, los animo a que estén bien ahí, a que se porten bien, pero lo que yo quiero es que sepan que con Ministerios de amor no tuvieron otro abandono. Yo le propuse al estado en traerme a los niños a Guadalajara y a la Ciudad de México, me dijeron definitivamente no. Entonces ellos fueron, los sacaron y los acomodaron en diferentes lugares; pero yo voy y los visito y les digo “Aquí estoy, aquí estamos, sé que están bien, sé que están cuidados y sé que la gente los quiere”, en fin. Obviamente muchos se quejan y hasta mienten diciendo que los maltratan y todo para que yo me enoje y los saque “Mi amor yo no te puedo sacar, si yo te pudiera sacar te sacaría y te llevaría ahorita mismo conmigo a Cuernavaca o a la Ciudad de México o a Guadalajara, pero no puedo sacarte, entonces tienes que aprender a vivir bien porque no vas a poder vivir amargándote”.


¿Cómo es qué empiezan a decirle “Mami Ceci”?

Uy eso desde el principio, desde la calle ya me decían “ahí viene Mami Ceci”, fueron los niños los que sacaron a mami Ceci que estaba dentro de mí.

¿Cuál es la mayor satisfacción que ha tenido a lo largo de todos estos años ayudando a los niños?

Mi mayor satisfacción es cuando los veo salid adelante, cuando los veo estructurados, cuando los veo que se casan y pasan por problemas obviamente normales del matrimonio pero los superan, siguen adelante, están juntos, tienen sus hijos, trabajan, ¡híjole ya se compraron su casita!, bueno todas esas cosas para mí son satisfacción. Hace un rato estaba leyendo un mail que me mando uno de mis niños y me dice “¿Mami qué crees? Ya eres bisabuela” “no me digas, le dije, ¡nombre! ¡Qué bárbaro!”, “ya eres bisabuela, yo te mando apenas pueda sacarle la foto a tu bisnieto, te lo mando en foto”. Y aquí estoy esperando a que me lo mande porque aún  no lo ha hecho, pero sí, mis satisfacciones más grandes son verlos a ellos bien, eso siento que no, ni todo el oro del mundo lo podría igualar.

Cambiar el estilo de vida de empresaria, de codearse con personas de otro nivel a llegar con personas de la calle, personas que pudieran estar resentidas con la vida, resentidas con las personas, ¿Fue un cambio difícil? Obviamente la empatía y el amor hacia esas personas la llevo a cambiar de estilo de vida pero como persona, ¿fue difícil?

Sí y no. Le voy a poner un ejemplo, cuando yo trabajaba y estaba en el banco y trabajaba con un hombre muy rico de México, en México los grandes negocios se arreglan en restaurantes, se cierran negocios, entonces yo iba mucho a un restaurante que acaban de cerrar hace poco que se llamaba Churchill's, estaba en el Periférico, era un restaurant Inglés preciosísimo y entonces a los pocos meses de que yo me empiezo a meter con los niños, pero muy poquitos meses, como dos tres meses, me invitan unos empresarios a comer ahí al restaurant, no, fue a los seis meses, perdón, cuando yo entre todo estaba igual, los cuadros estaban igual, en el mismo lugar, los tapetes persas, las mesas, los mayordomos, todo estaba exactamente igual pero cuando yo entre vi otra cosa, o sea, yo vi como que todo había cambiado y me quede muy, bueno. Entre y me senté, ya pedí una botella buenísima de vino, no sé qué, y empezamos a platicar, entonces me empezaron a interrogar y me dijeron “oye y ¿cuándo vas a volver?”, dije no pues no, no tengo pensado volver, “nombre ¿cómo no vas a volver?, claro que tienes que volver, tú tienes una carrera brillante, vas a dejar de producir dinero”, no, no voy a volver, entonces uno de ellos pierde así un poco el control en la mesa y me dice “a ver, pero explícame si tú eres una gente inteligente como puedes cambiar este cielo para irte a meter a ese infierno” y le dije es al revés, yo cambie este infierno para encontrar mi cielo ahí abajo. Entonces, fue difícil porque me enfrente a mí misma en un mundo desconocido, donde la lógica no era mi lógica, donde las cosas que para mí tenían o habían tenido un valor ya no tenían valor, esa parte fue difícil, amarlos no. Amarlos no me costó ningún trabajo, pero ningún trabajo, estar con ellos ningún trabajo y además en esa época como yo empecé pues yo tenía mi propia economía en ese momento, pues yo no necesitaba tanto salir, ni a promover el ministerio ni a buscar fondos ni nada, yo utilice mis ahorros en eso, cuando empecé a ver que esto crecía y que no había ahorros que iban a abarcar todo esto fue cuando dije no, ahora si tenemos que buscar gente que done y gente que venga, que vea el trabajo y que sienta la confianza de hacer todo, entonces así empezamos a trabajar.

¿Qué fue más difícil traer gente para donar o traer niños?

Yo creo que traer donadores.

Sí, porque como bien dice, México si dona, pero en determinadas circunstancias y por tiempo muy corto, pero que así sea constante, esa es la mentalidad que hay que cambiar, todos necesitamos ayuda y más aquellos pequeños que están desprotegidos y que afortunadamente encontraron en usted esa mamá que protege, que ayuda, que no los deja solos.

No, ni los voy a dejar, yo siempre le digo a Dios, “Señor que yo no me enferme, que hasta mi último aliento, mi último aliento yo este con ellos y que me vean bien”, porque yo no me quiero meter en una enfermedad así terminal, porque no quiero que nadie sufra cuando me vea.

A parte usted es el pilar de todo esto, Ministerios de amor está en base a usted y por usted y creo que Dios e bien consiente y dice ¡nombre! A esa mujer más fuerza y más oportunidades para salir adelante, porque sin ella no hay más. Usted es un ejemplo de admiración, porque no todas las personas tenemos la empatía para dejar nuestra vida por alguien más y es lo que está haciendo usted, dejando su vida para beneficio de los demás.

Pero es que no hay otra forma, yo creo que el ser humano, todos nacimos con un llamado para todos no importa cuál sea nuestra etnia, nuestra educación, nuestra clase social, no importa nada, todos nacimos con la consigna de amar y servir. Porque como es posible que no sirvamos a la necesidad, entonces como podríamos amar, como podemos decir que amamos si no podemos servir, como dice el dicho, “Si no vives para servir, no sirves para vivir”.

¿Qué le diría a las demás personas para ser empáticas, para ayudar al prójimo?

Que se pongan las pilas, que dejen de ver hacia ellos mismos y que vean alrededor a los demás, que no busquen pretextos de decir “yo no dono aquí, porque tienen dinero, yo no dono acá porque quien sabe que hagan con los fondos, yo  no dono acá porque no conozco a la gente”. Den, den, si tienen alguna duda visiten las instituciones, vean como trabajan las instituciones, háganse parte de ellas, si ven cosas que a lo mejor no les gustan como que la gente no tiene un nivel de educación alta, no los critiquen porque finalmente es la gente que hay y que está ahí para servir, y uno de mis trabajos más grandes justamente es preparar a la gente, es enseñar a la gente es poner los fundamentos en la vida, los fundamentos no son los valores, la gente dice es que hay que enseñarles valores, no, los valores son relativos, no sirven. A ver, ¿cuál es el valor del 11 de septiembre del 2001? Para ellos, ellos tuvieron un acto religioso, heroico, para nosotros fue un acto terrorista, ¿cuál es el valor real? Pues para ellos el suyo y para nosotros el nuestro, pero no hay un valor real, hay dos realidades. Pero los fundamentos y los principios ahí si hay, ahí sí se puede hacer gente de bien, porque los fundamentos y los principios forman el carácter, por ejemplo, un fundamento: el respeto, el amor, la autoridad, la empatía, la paciencia, la generosidad, el consuelo. Todos esos son fundamentos y cuando nosotros los tenemos arraigados forman nuestro carácter; la integridad, la honestidad. ¿Quién enseña hoy la honestidad? Un papá que le dice a su hijo no digas mentiras, no vayas a decir mentiras porque la mentira es mala chamaco, suena el teléfono -hijito esta tu papá, soy el de la renta- , papá te hablan, dile que no estoy. ¡Ya le mintió!, le acaba de enseñar, le acaba de decir que no se miente y acaba de mentir, le acaba de decir que no sea grosero y se aventó el papá y la gente adulta una letanía de groserías, ¿entonces qué es lo que entiende el niño? ¡No! no entiende nada.



Y aprende del ejemplo, no de las palabras.

Entonces es delicado ¿no? Yo le diría a la gente, no te detengas, sirve con todo tu corazón y todo tu amor. Hay una ley natural en el mundo que es: todo lo que el hombre siembra, eso cosecha. Si yo siembro jitomates voy a cosechar jitomates, si siembro aguacates voy a cosechar aguacate, si siembro amor voy a cosechar amor, si siembro generosidad voy a cosechar generosidad. Entonces la gente está acostumbrada a hacer caridad, yo digo ¿A quién le sirve la caridad?, le sirve a quien la hace momentáneamente, ya acabo de dar diez mil pesos allá, no que bruto ya di la vida, se acabó, no doy más. No, en vez de decir: se necesita, yo quiero dar todo lo que necesite. Hace unos días vi una película de un hombre que en la segunda guerra mundial se dedicó a sacar niños de la guerra, niños judíos y los mando a América, el hombre años después vino aquí, estuvo y vivió aquí, lo invitaron a un programa, él no quería ir, la mujer lo convenció y cuando llegan se quería sentar atrás y le dicen que se siente adelante, se sienta adelante y empiezan a decir que entre ellos se encuentra un hombre que en la segunda guerra mundial el hizo y saco 298 niños y los trajo a América y los puso en diferentes casas y no sé qué, por favor aquí esta fulano de tal y el hombre por favor no me mencionen, no quiero esto, y póngase de pie, entonces se pone de pie y la conductora le dice ahora mire a su derecha y ve a una señora de 50 años le dice esa señora que está viendo junto a usted y ponen en la pantalla es esta niña que usted rescato, el hombre se queda impactadisimo y la mujer, haz de cuenta que era su papá, la forma como lo abrazo y le dijo que había orado por el toda la vida porque él la había rescatado y entonces se sienta conmovido agarrándole la mano, pero ahora ¿cuántos niños más rescató usted? Doscientos noventa y pico de niños y aquí en esta sala hay otros que usted rescató, les voy a pedir que se pongan de pie, entonces él voltea y está toda la sala llena de todos sus niños. Qué satisfacción verlos, ver que uno pudo hacer algo por ellos ¿qué sintió ese hombre? Yo lo entiendo perfecto porque yo siento lo mismo, sentía que no había hecho mucho, que había rescatado doscientos noventa y pico de niños cuando había miles. A mí me preguntan “y usted ¿está satisfecha?”, yo digo porque me hacen esa pregunta, ¡no!, “¿No está satisfecha?”. Han pasado seis mil niños por Ministerios de Amor en treinta y ocho años, más de seis mil niños han pasado y no han pasado más porque de unas décadas para acá ya están estables, ya no hay rotación, rotación había al principio en el centro histórico cuando abrimos Cuernavaca, cuando abrimos las primeras casas y entonces me dicen “¿está usted satisfecha?”, estoy contenta y estoy feliz de verlos cuando salen adelante, satisfecha no estoy, porque a mí me gustaría tenerlos a todos. Me gustaría tener lugares donde pudieran tener tres mil niños aquí, cinco mil niños acá, seis mil niños allá, yo así sería feliz.

Considero que cada estado necesita un Ministerio de amor, cada rincón de este país necesita uno, porque desafortunadamente son muchos niños, pero afortunadamente está Mami Ceci apoyando con su granito de arena apoyando a quien lo necesita.

Si pero es un granito es muy chiquito

Pero al final, créame, cambia muchas vidas y marca la diferencia, que al menos seis mil niños no sufrieron, sintieron el apoyo y el cariño de usted

Hace poco fui a comer con uno de mis niños que estuvo en la primera generación, ya es un hombre, ya es un empresario, estuvo en Monterrey muchos años, acaba de llegar a México y fuimos a comer, me dijo algo que me sacudió mucho, la verdad no lo había pensado. Me dijo “Oiga M, ¿usted se da cuenta cuantos empresarios a usted hecho?”, ¿empresarios?, “pues yo soy uno de ellos, a mí me va súper bien, yo trabajo en una empresa con gente pero riquísima y les manejo un montón de cosas y me va muy bien y soy padrino de Ministerios de Amor, con un granito, peor soy padrino”. Y yo nunca había pensado en eso, realmente me conmovió mucho. Ojala haya mucha gente que por medio de esto se una a la causa y se vuelva padrino, sería maravilloso.

¿Qué legado quiere dejar? No tanto como Ministerios de amor, sino hacía sus niños.

Qué sean gente que impacten al mundo, que donde quiera tengan un sello divino, de Dios, que sean gente de bien, que sean gente propositiva, que sean gente de trabajo, que nunca se vayan a achicar por nada, ni acobardar, que sean dadores, pero que den  a todas las necesidades que vean y que puedan participar; eso me encantaría, que la gente me dijera vi a unos chicos tuyos que barbaridad. Eso me paso con una actriz que se llama Maribel Guardia, ella visitó no sé porque razón, visito una de las casas de Ministerios de Amor, conoció a los niños y quedo encantadísima, entonces cuando se casó hace ya muchos años, ella tenía una casa puesta y dijo yo no necesito nada y entonces le dijo a su marido que te parece si en vez que nos regalen a nosotros, ponemos en nuestra boda una mesa que la ponga Ministerios de Amor, y lo que nos quieran dar a nosotros que se lo den a Ministerios de Amor, cuando yo me entere de eso ni siquiera sabía quién era Maribel Guardia, pero cuando yo me entre de eso dije pero que genialidad, eso es encantador, quien es esa señora, no pues una actriz, bueno nos quedamos así y entonces un día hacemos contacto y la veo y me cuenta esta historia, yo hice esto por ustedes y cuando llego el día de mi boda, pusieron una mesa con una pantalla de televisión y pusieron videos y tenían ahí trípticos y me acerque para preguntarle al señor que estaba si la gente había dado o no, un hombre pero así súper correcto y le dice “oiga y ¿usted trabaja en Ministerios de Amor?” Y le dijo no, “¿usted es el abogado de Ministerios de Amor?”, dijo no, yo estudie una carrera de Negocios Internacionales, “¿o es usted voluntario?”, dijo no, yo fui un niño de Ministerios de Amor, dice que lloró, abrazó al muchacho y lloro encima del muchacho y dijo no puede ser, entonces cuando, yo veo eso pues mi corazón se conmueve, digo que bonita imagen dio este chico, que bonito.

Cabe destacar algo y lo acaba de mencionar usted, usted ha tocado el corazón de seis mil niños, pero esos seis mil niños tocan más corazón, es algo que no se queda ahí, es algo que trasciende a más personas y es un cariño que se comparte. Pero sobre todo es algo que una sola persona llamada Mami Ceci, ha logrado.

Pues ojala y logremos muchos más, yo, mi sueño es cambiar este país, ese es mi gran sueño, no hay forma de que alguien me diga que no se puede hacer, porque no lo creo, yo sí creo que se puede cambiar al país, yo sí creo en los milagros, yo sí creo que este país puede ser impactado por muchos lugares, entonces si hiciéramos cada uno la parte que nos corresponde los mexicanos seriamos un ejército  de intercesores, de dadores de vida, de generosos incontables.

¿Cuáles son los planes para Ministerios de Amor?

Yo tengo un sueño que lo tengo desde que casi casi comencé que es poder hacer una pequeña ciudad que yo lo llamo el Valle de los niños, pero es como una pequeña ciudad que tienen edificios de niños y niñas, por pisos, por edades, tiene unas casitas sobre todo para los niños chiquitos que no puedan subir ni nada, para los bebés y luego tiene un área de talleres, un área de escuela completa, un área de clínica, tiene un banco con monedas de adentro del valle de los niños para que ellos aprendan a manejar, a hacer sus depósitos, a todo. Tiene toda un área deportiva, tiene muchas cosas, tiene  talleres de producción y talleres de aprendizaje, luego tiene una plaza con un kiosco en el centro, muy bonito. Todo el proyecto es muy bonito y llevo luchando desde que comencé Ministerios de amor, yo siento que pronto se va a dar, yo no me voy a ir de esta vida sin ver que en el país ya está hecho y dejar un molde para que se hagan en cada estado de la República, ese es mi sueño, ese es uno de mis sueños.

¿Actualmente que tanto apoyo se recibe del gobierno o todo es de padrinos?

Todo es de padrinos

¿Y no hay alguna forma en que el gobierno apoye o se cree algo destinado exclusivamente para Ministerios de Amor o para las fundaciones en general?

No, el gobierno desgraciadamente nunca nos ha apoyado, incluso a veces pedimos apoyo de permisos, que nos den permiso para estar en la vía pública el día del niño y el día de noche buena, de navidad y hay veces que hasta tres días antes nos sueltan el permiso y nos cuesta trabajo tener a la gente parada porque el sonido, las tarimas, las lonas, las carpas, pues dicen a ver y si no se los dan nosotros nos vamos a parar o las rentamos a otros y nosotros no espérennos, finalmente sale el permiso, pero el gobierno no nos ayuda mucho. Yo en este momento de mi vida tengo una enorme esperanza en el gobierno de Morelos, porque he visto que se están haciendo cosas importantes, que se están tomando cartas en el asunto en cosas que estaban súper descuidadas, entonces tengo esperanza que pudiera hacer mi Valle de los niños ahí y que sea además un centro de observación para otros países, que puedan venir y se lleven el modelo del área que quieran, se me hace maravilloso.



Y sería un legado increíble que cambiaría aún más vidas

Yo pienso que sí, siento que sí.

¿Cuánto tiempo considera que una vez que inicie ese proyecto ya estaría físicamente?

Si todo saliera bien, si consiguiéramos las donaciones de los materiales, si lo hiciéramos con estructura liviana yo creo que en cinco años estaríamos inaugurando completo el lugar y además el lugar no lo querríamos para nuestros niños, lo queremos abrir a la zona, que los niños del perímetro de alrededor vengan a la escuela, que vayan al deportivo, que visiten la clínica, que les arreglen ahí los dientes, que vengan a trabajar a los talleres, que vengan a aprender, sería Ministerios de amor y abierto a la comunidad.

Sería un beneficio para todos, eso también debería motivar a los vecinos

Eso me gustaría mucho, tenemos un terreno en Xochitepec Morelos pero colinda con el penal y entonces está muy difícil porque las restricciones que hay alrededor, es difícil, estamos así como ¿qué hacemos?, no nos dan el permiso de  construcción por las limitaciones que tenemos con el penal pero por otro lado es el único terreno que nos han donado, estamos así como de bueno.

Hay que buscar un cambio de terreno, te cambio el terreno de Morelos por otro de por acá.

Sí, sería maravilloso.

¿Cuál ha sido la mayor tristeza que ha tenido a lo largo de este tiempo en Ministerios de Amor?

A ver visto morir a algunos de mis niños.

¿Por enfermedad que ya traían o alguna enfermedad que surgió ahí?

El primero que yo me acuerdo fue Lalito que llegó con los riñones destrozados y lo metimos con un especialista privado, lo revisó le dio un tratamiento, todos los tratamientos eran delicadísimos y a mí me dijo “está fatal”. Y yo de no, porque yo ya había visto milagros, unos milagros impresionantes, entonces era un niño muy rebelde, muy grosero, muy violento, muy de mal humor y todo por causa de los riñones, los riñones provocan también eso y entonces empezó a tener unas crisis y empezó a ser muy agresivo con la gente, salíamos y le decía aquí conmigo, no te me separas porque si se me separaba, el otro día fuimos al papalote y casi le pega a una señora que se metió en la fila con su bolsa y a la hora que le dio la vuelta le rozo en el hombre y ah bueno, él ya quería pegarle y yo no, y ahora por esto te vas a tener que quedar conmigo junto a mi todo el día en el papalote, con que tranquilidad te dejo solito y como dos semanas después le dio una crisis espantosa y nos fuimos al hospital, ahí lo detuvieron y muy mal y un día llegue con un oso enorme que le había comprado y cuando llegue a la clínica dije vengo a ver a Lalito “ah ya se murió” ¿Cómo?, “si se acaba de morir hace como media hora”. Yo recuerdo que me recargué así en la pared y me fui así sentando en el suelo, yo no lo podía creer y les dije yo quiero verlo, “no señora ya le pusieron la bolsa”, no yo quiero verlo les dije, quiero verlo porque yo me negaba a creer, cuando lo vi me di cuenta pero fue un dolor espantoso, no solo para mí, sino para todos los niños de la casa, del edificio, como sufrieron, una cosa terrible. Y hace poquito, escasos dos meses una de nuestras niñas que creció en ministerios de amor, le vino un tumor canceroso en el tallo, en el cerebelo, entonces estaba atrás del tallo y era inoperable, entonces tuvimos que ver como crecía el tumor, horrible, a mí me aterra cuando se ocupa medicina que no es la convencional, yo siento que fueron las quimioterapias la que la mataron.

Es que ese tratamiento debilita y si de por sí está débil , termina destruyendo todo, la poca fuerza que le queda, pero creo que tanto para la niña como para Lalito el amor que recibieron eso si no lo cambian por nada, se van con un buen sabor de boca a pesar de estar en la calle, de sufrir maltratos, desprecios, al final de su vida se llevan el amor y el cariño que les ofrecieron y como dice usted, son una familia todos, duele pero se fueron con amor

Luego otro sufrimiento que tuve un día me dejaron a una niñita, era bebita y la mamá no estaba bien mentalmente y agarro a la niñita de los tobillos y la estrellaba contra la pared, los vecinos fueron los que se dieron cuenta y llamaron a la policía, llegaron por la niña, la metieron a la clínica y no había donde dejarla, llegaron al ministerio y les dijo que no la podía recibir, no porque yo no quiera sino porque no tengo las instalaciones, no tengo un médico, no tengo una enfermera, no tengo a nadie y si esta niña le da una convulsión no sabemos qué hacer, bueno porque no buscan y ellos decían que ya habían buscado en todos lados y no hay forma y a lo mejor hasta en la calle la dejamos. ¿Cómo ustedes la van a dejar en la calle? “Qué hacemos si nadie nos la recibe ni modo que nos la llevemos a nuestra casa”. No pues si es así yo me la quedo, no es que yo no la quiera porque no quiera problemas sino porque no tengo la infraestructura. Y se quedó, Keyla se llamaba, se quedó con nosotros y creció sin hacer contacto con el mundo exterior, si hacía contacto, los médicos decían que no, pero los niños chiquitos le bailaban y ella se reía, no se hubiera reído si no hace contacto.  Le daban de comer de lado y abría la boca, entonces si siento que los médicos estaban equivocados y yo les decía a los niños que todo el tiempo le dijeran cosas bonitas y los niños son muy lindos y sus hermanitos chiquitos que eran toda la casa de cachorritos, nombre la cuidaban, la amaban, la besaban, la amaban con pasión. Luego llegó un segundo niño que la mamá lo parió en un deshuesadero de coches, una doctora lo recogió y lo llevo al hospital, la mamá dijo que no quería al niño, si era necesario que lo mataran pues que lo hicieran en el hospital pero que no lo quería. Entonces me hablaron y les dije que si se los recibía al bebé pero con la mamá para que lo amamante, cuando lo deje de amamantar ya se puede ir y entonces estando amamantando le vinieron unas crisis al niño, lo metieron al hospital y que estaba mal del corazón, del hígado y me dijo el doctor que no le metiera dinero a ese niño, ya que se muera, y pues yo no iba a dejar que se muera y no, no se murió pero vivió poco como Keyla; esos son mis casos más difíciles. Ahora, he visto milagros, un día llegaron de la procuraduría con un niño que olía tan espantoso, olía a coladera, llego con el píloro tapado y tenía como una semana de no ir al baño entonces como tenía tapado el píloro tenía todo regado por dentro y no pues que ya se va a morir y yo de no me pueden dejar esto aquí por favor yo tengo muchos niños y que no había donde lo recibieran y que se iba a morir que no iba a brincar la noche, que ellos iban en la noche por él y si no se había muerto iban en la madrugada. Bueno ya, yo dije no se puede morir este niño y me quedé junto a su cama, fue tremendo, yo le pedí a Dios con todo mi ser que no se muriera y no se murió. La policía, los que me lo llevaron, llegaron nueve días después y me preguntaron donde tenía el cadáver y les dije que arriba en la azotea, se subieron y yo había puesto un alambre para que jugaran a la pelota, tenían sus canastas de basquetbol y había un cuartito entonces dijeron “aquí está el niño” y les dije que en este piso sí, es el que está metiendo exactamente la pelota en la canasta, “no señora el niño que le trajimos”, ese es el niño que ustedes me trajeron, “¿El que venía con el píloro tapado?”, si, es él, pero que barbaros son, porque si se me hubiera muerto yo que hubiera hecho, me avientan la bronca a mí, ¡no bueno!. Pero así como ese caso he visto  muchos casos de éxito, de milagros, donde Dios interviene y Dios mete la mano y los saca adelante y a los que no saca adelante no podemos recriminarle nada porque él sabe porque, él sabe porque se llevó hace unos meses a Coral con el tumor canceroso, él sabe, yo no.

Es dejar las cosas en manos de él porque él sabe lo que le conviene a la persona enferma

Y esa es mi paz.

Porque todo lo que está en sus manos lo está haciendo, insisto, es algo de admirar porque todo lo que puede y tiene lo da a ellos.

Ha habido algún niño  que estuviera con rencor, con odio y que no se haya adaptado a lo que le ofrecía Ministerios de amor.

Si y otros que se adaptaron pero después de muchos problemas, yo tengo un huesito salido en la nariz, fue por un trancazo que me dio un niño que vi estrellitas y que estaba yo recorriendo el edificio y de repente volteé y así “fun” vi negro y la gente que venía conmigo inmediatamente grito y trato de agarrar al muchachito, cuando veo que lo suben dije no, no, déjenlo, no lo toquen y que le digo “ay que bárbaro eres mijito de veras que si se ven estrellitas, yo creí que no pero si se ven estrellitas”. Les dije que me dejaran sola con él, “No mami Ceci como la vamos a dejar”, “déjenme sola con él, yo sé lo que les estoy diciendo”. Cuando me quede con él le dije ¿Por qué me pegaste? No me hablaba nada y no le saque ni una sola palabra, pero si le dije que bárbaro, que fuerza tienes, admirable ¡eh! Yo te agarraría para mi guardaespaldas, ¿Por qué no eres mi guardaespaldas? Mañana, a partir de mañana tú vas a ser mi guardaespaldas y nunca me hablo una palabra, no le saque ni un sí y cuando llegue al día siguiente estaba parada en la puerta vestido ya para ser mi guardaespaldas y le dije oye guardaespaldas tu y yo nos tenemos que comunicar, tienes que hablar, ¿nunca me vas a decir por qué me pegaste? Y me dijo si, ¿Por qué me pegaste? Y me dijo “porque usted el otro día hablo muy bonito que del amor, y que el amor que todo lo soporta y que no sé qué y yo dije que pura palabrería, cuando entro al cuarto no había más niños y dije ahorita le voy a demostrar que todo lo del amor no es cierto, pero si le pegue y le rompí la nariz y usted me nombro su guardaespaldas y no pude dormir porque toda la noche eh estado pensando pues que si fue verdad lo que dijo, yo no le quería romper la nariz” Pero sabes qué, el resto de mi vida traeré este sello tuyo, cada vez que lo vea me voy a acordar de ti. Y así fue, entonces hay que tener como ese trato con ellos para sacarlos adelante, que se den cuenta que si hay límites y hay reglas pero no tenemos porque ni enojarnos ni gritarles, simplemente la regla es la regla, tú tienes que respetar la regla, en fin.

¿Cuál es la clave para lograr lo que ha logrado?

El amor, no hay arma más fuerte que tengamos que el amor, más poderosa, con esa arma nosotros en verdad podemos vencer hasta lo más duro de roer. Sin dudar, sin la menor duda, el amor. Yo no soy religiosa, no creo en ninguna religión, se me hacen como la política, se me hacen sistemas, si no haces esto Dios te castiga, si no haces esto, si no estás aquí. No, el Dios que yo conozco no es así. Entonces la clave de todo esto está en tener una relación con Dios y saber que él va caminando frente a nosotros, esto yo lo digo a mucha gente y dice que claro que soy religiosa y no, ni soy religiosa ni veo a Dios como la mayoría de la gente lo ve, ni le tengo ese pavor porque es un Dios justiciero y malo, no, no es ni justiciero ni malo, a él le duele lo que nos pasa y lo que nos pasa no es ni siquiera porque él nos lo mande, es porque nosotros nos metemos en terrenos que no son de él y son peligrosos y nos pasa.

Las oportunidades las tenemos, hay que aprovecharlas, pero haciendo las cosas bien

A mí cuando me dicen ¿Dónde está Dios?, mi amor Dios está junto a ti pero no lo puedes ni percibir porque no te acercas, porque no hablas con él, porque no le crees, pero si te acercas te aseguro que lo vas a empezar a escuchar. 

Ojala y a través de esta entrevista se unan mucho más gente, mucho más padrinos y madrinas a las filas, la verdad los necesitamos, para mí sería un dolor espantoso tener que volver a cerrar otra casa.



Fotografías del archivo del entrevistado.


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